martes, 9 de noviembre de 2010

El declive del león


Hace ya algún tiempo que a nuestro querido león de la Metro no se le escucha rugir. No es de extrañar que le falten ánimos, puesto que tras diseminar una deuda de casi tres mil millones de euros, Metro Goldwyn Mayer, en su día el estudio más poderoso de Hollywood, ha entrado en suspensión de pagos. La compañía, que en el pasado presumió de tener “más estrellas que el cielo”, se ha visto obligada a recurrir a la Ley de Quiebras para liberarse de la parálisis impuesta por su descomunal deuda. Como consecuencia de todo esto, MGM es ahora capital dudoso en manos de la compañía Spyglass Entertainment y de entidades financieras como J. P. Morgan Bank y Credit Suisse.
   En sus ochenta y cuatro años de vida, MGM, dueña de los derechos de la franquicia James Bond, ha acumulado un catálogo de más de cuatro mil películas, entre ellas clásicos como El mago de Oz, Lo que el viento se llevó y Ben-Hur. Eso ya no se lo quita nadie, pero lo que sí está en la cuerda floja son sus futuras producciones. De momento, El Hobbit se ha salvado gracias a la intervención de New Line Cinema (productora de El Señor de los Anillos) y de Warner Bros, pero otros proyectos, como Los Tres Chiflados —adjudicada a los hermanos Farrelly y con Sean Penn, Jim Carrey y Benicio del Toro en el reparto—, no han corrido la misma suerte. La supervivencia del resto de títulos, entre los que se encuentra la adaptación de la novela El círculo Matarese, dependerán de las decisiones de los ejecutivos. Veremos qué pasa.

4 comentarios:

  1. Pues no pasará nada.A menos que lleguen unos cuantos con las arcas repletas de dolares y le inyecten una buena dosis de miles de millones, para izarla a su galaxia, de nuevo otra vez junto a sus estrellas.

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  2. Ni que fuera el Apolo XIII.

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  3. Pues a mi me parece una prueba más de la decadencia del cine. tarde o temprano, solo podremos ver las pelis en nuestro televisor.
    Es una lástima.

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  4. Según la ley de la probabilidad; todo lo que tiene un principio acaba teniendo un fin.

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