martes, 21 de diciembre de 2010

Las chinescas sombras de la Muerte


Sobre la primera parte de Las Reliquias de la Muerte, los expertos han dicho un poco de todo, pero prevalecen no obstante las críticas positivas.
  Un adjetivo que parece tener el don de la ubicuidad con respecto a su aplicación sobre las películas de Harry Potter es el de «oscuro». Su aparición se fundamenta en una fotografía grisácea y un diseño de producción igualmente lúgubre, que sólo se aligera puntualmente. Pues bien, que todo el mundo se olvide de las anteriores entregas porque esta vez sí que estamos ante una película negrísima de verdad (y no sólo porque el trabajo técnico de Eduardo Serra supere al de sus antecesores, que también). Y es que, si a menudo esa oscuridad tan característica ha resultado pueril, en esta ocasión el abismo es más real que nunca. Llevamos, como mínimo, desde la cuarta película escuchando la letanía de que «Harry se hace mayor», pero Las Reliquias da en el tuétano de ese cambio de estado. Pasar a la edad adulta no tiene nada que ver con tener las hormonas revueltas, sino con la toma de decisiones y sus consecuencias en un universo tan vacío como la casa de Harry que vemos antes de los títulos de crédito. No hay paso atrás, pero tampoco parece haber un paso adelante. Con la destrucción de los horrocruxes se destruyen también la infancia y la inocencia.
  Por otra parte, la dirección de David Yates salta del convencionalismo a la majestuosidad del blockbuster, y la cinta contiene el momento más cinematográfico de la saga: la fábula de las Reliquias en sombras chinescas, que ha sido calificada por la revista Cinemanía de «narración visual precinematógrafo». Se trata de una escena que, además de un punto culminante en la serie, supone una metáfora de la misma, pues fuera de Hogwarts, alejados los protagonistas de su crisálida, todo son sombras.
  Es por todo esto que resulta paradójico que el Vaticano haya vertido múltiples críticas negativas sobre la séptima entrega de las aventuras del joven mago argumentando que «se trata de un filme tenebroso y pesimista». Radio Vaticano manifestó además que «el aislamiento, la frustración y la falta de metas son los defectos más visibles de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte». Como digo, es curioso que vean defectos en estas características de la cinta, puesto que, a mi modo de ver y al de muchos otros, en realidad se trata de sus mayores virtudes.
  Durante los casi diez años que ha durado la saga, son muchos los niños que han crecido viendo las películas de Harry Potter. Estos niños han pasado, al mismo tiempo que Harry, de la infancia a la adolescencia y de la adolescencia a la edad adulta, y también al mismo tiempo que él, han ido desengañándose y dándose cuenta de que el mundo dista mucho de ser como lo pintan los cuentos. Dicho de otro modo: las películas de Harry Potter han sido capaces de crecer y hacerse adultas a la par que lo hacían sus innumerables seguidores, un mérito con el que pocas sagas cinematográficas tienen la posibilidad de competir.
  Os dejo, a continuación, un video que incluye la escena de la fábula de Los tres hermanos, para que podáis apreciar el magnífico uso que se hace en la secuencia del original recurso de las sombras chinescas.

6 comentarios:

  1. Para mí; que el Vaticano meta la naríz en este tipo de asuntos, como en tantos otros que tampoco le incumben...sin comentario.

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  2. Me encantan las "pelis" de Harry Potter.

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  3. Soy una gran fan de las películas de Harry Potter y ésta me parece una fábula maravillosa. Sin duda alguna, es lo mejor de la película, la cual creo que es la más acertada de la saga

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  4. He leído todos los libros, sin embargo no he visto aún más que la primera de las películas. De todas formas es algo que tengo pendiente de hacer, vermelas todas, cuando tenga tiempo, claro.

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  5. Me ha esncantado, la escena del video de la fábula de Los tres hermanos. Sobre todo la moraleja que encierra. Es, pues, eso...¡fábulosa!

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  6. Me he visto todas las películas y algunas hasta dos y tres veces, porque me encantan.

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